Huellas.

Consigue observar mejor la forma de los pasos: cuando estaba alegre no se movía de su lado, pero cuando sufría, cuando se agotaba afrontando las dificultades del mundo y ya no se mantenía en pie sola, ¡él la llevaba!Se conocieron sincerando la peor parte de ellos y es eso lo que les hace fuerte ahora y les permite observar sus rostros juntos a orillas de ese río...Cuentan que, justo ahí, un sabio se baña al anochecer, y que sólo lo distinguen entre las brumas los seres en camino hacia lo absoluto, sin miedos, sin capas que no les dejen ver.
A estos les habla. Les pregunta:

-¿Qué veis?
Sin pensar responden:
-Huellas...por todas parte.



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