lunes, 10 de octubre de 2011

Todo vale menos callar.

Supongo que para cambiar y renovarse uno primero debe conocerse a sí mismo. Adentrarse en su interior y darse cuenta de que aunque el libro que vivimos siempre es el mismo y nunca podremos escapar de él, disponemos siempre de una nueva página en blanco donde quizás se lea una historia sin final. Vamos, ven y jueguemos. Jueguemos duro, limpio, dulce y libremente, juguemos como si no existiera un mañana. Solo hay una regla; no pares de sonreír hasta que duela. Dime que ojala lo mío y yo te diré que ojala lo tuyo, quejémonos y tengamos siempre algo de que hablar. Juega conmigo.

El tiempo vuela como el humo de un cigarrillo, y aquí y ahora todo aquello que cuenta es aquello que sientes...


http://www.youtube.com/watch?v=6eTJZs6nj1Y&feature=related

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