domingo, 15 de enero de 2012

Lejos del caos.

Felicidad en estado puro. Noche y mar entrelazadas sin poder recordar la última vez que sintieron nada parecido. No quieren que pasen las horas, los minutos, los segundos y de nuevo otra vez no hay nada más que importe que ese momento…no oyen nada más que su respiración y las olas chocar contra las rocas. Sabe que es ella, esa dulce mariposa a la que desea, se acerca poco a poco, observa los colores que esconde, no quiere alejarse. Una vez se juró a si mismo que anhelaba la soledad pero hay cosas que son inevitables, no se puede luchar ante lo imposible y el aleteo de una mariposa es más fuerte de lo que todos nosotros creemos...Ella, vivía una vida perfecta, desde niña. Tiene una casa en las colinas, fue ahí donde observó su partida pero su inesperada llegada no entraba en sus planes. Pese a todo, pese al tiempo, su aleteo seguía ahí...presente. En esa casa, lejos del caos de la ciudad y del papel que todos los días interpreta entre sábanas, no pretende que nada cambie…de ese modo hará de su presente su pasado y de su futuro un libro en blanco, incierto y lleno de sueños por cumplir. Parece que su vida nunca puede ser aburrida…y no está jugando a nada, las piezas se mueven solas y le gusta la dirección que están tomando. Debe estar atenta, no puede perderse ningún detalle, es demasiado interesante y gratificante el tablero al que pertenece y aun más la casilla en la que se encuentra. 

Con el viento en su dirección, ese olor a mar que siempre le acompaña y su mirada aún clavada no puede hacer nada más que agarrarlo fuertemente del brazo, nunca había visto tanta energia en los ojos de un hombre así que le agarró, solo eso, pretendiendo así detenerlo con las manos, justo en ese momento, mientras gotas de agua mojaban sus rostros... esperando poder atrapar también su corazón...






1 comentario: